Un museo en plena calle

El sábado 24 de agosto se inauguró el Museo a Cielo Abierto en la localidad de Mendiolaza. En la avenida principal rodeada de grandes árboles se hizo la presentación de este nuevo atractivo cultural en las Sierras Chicas. Acompañaron la muestra alrededor de 200 vecinos, quienes recibieron con alegría esta actividad artística que fortalece la cultura local. 

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Reconociendo la virtuosidad de los artistas locales, la Municipalidad luego de podar unos enormes árboles que estaban poniendo en peligro la circulación en el lugar, escogió siete de los troncos que quedaron en pié para darles vida a través de las manos de ocho artesanos.

La ceremonia comenzó con la presentación del coro de mujeres y hombres de la Ciudad (Convocarte y Las Voces del Tiempo) .

Luego pasamos a recorrer cada obra comenzando con la de Julieta Seia. Representando el juego de las hojas y los barriletes, la artista trabajó sobre su escultura en madera “Mensajes de Otoño”.

Los escultores trabajaron durante 7 días por la mañana. Cada uno fue imprimiendo sobre los plátanos secos su mensaje hacia esta localidad serrana.

La segunda obra que visitamos pertenece a Carlos Pucheta, quién se animó a lo abstracto con “Alma”.

Luego sigue la escultura de Ana Lía Schneider y Julio Roldán. Le hacen tributo a la tierra. Esta obra incluye el uso de mármol. La artista dice que desde el primer momento que vio el árbol se imagino un vientre, por eso creó un bebé de mármol envuelto en la madera con forma de mujer embarazada. Se llama “Gestación”. Atención: ver la parte posterior que también es imperdible.

Casi al frente, se encuentra “Nacido para Vivir”, la escultura de Isabel Gómez Carranza. Simbolizando la tristeza de ver que los árboles han muerto, utiliza chapa como sostén del “cuerpo” del mismo. 

Medio escondidita se encuentra la obra de Valeria Velázquez. Imperdible. Recrea un “portal de energía” en el cual, si hay viento, podrán descubrir los sonidos que emanan de su trabajo. Delicado, colorido, inteligente y naif al mismo tiempo.

Más allá, Guillermo Lozano talló “San José de Calasanz” que es el Santo Patrono de Mendiolaza. 

La última obra visitada fue la de la escultora María Teresa Cassaza. Su obra: “Invocación a la tierra”. La artista es Tucumana pero reside en Mendiolaza desde hace 18 años. “Todo lo que hago es relacionado con mis raíces, con mi identidad, con mi cultura. Hice una apacheta, que es la ofrenda a la Pachamama”.  La creadora quedó muy conforme con el museo: “Los plátanos son patrimonio cultural de Mendiolaza y resignificarlos en esculturas creo que es lo mejor que han podido hacer” elogiando la iniciativa de la Municipalidad de la localidad serrana. 

Finalmente el recorrido finalizó con el show de “Tambores del Sol”, un grupo musical de la localidad de Mendiolaza. Este grupo de percusionistas (y algunas cuerdas) está coordinado por Rodrigo Lage. Este músico fabrica instrumentos artesanales con materiales autóctonos. Su compañera, Lucía, es la encargada de la parte vocal. Ella, en el taller que dictan los sábados, enseña canto y él se encarga de la composición y los arreglos. “Es un taller abierto de música africana y afro americana” comenta Lage. En el show también pudimos disfrutar de un par de canciones afrocolombianas.  El taller lo dictan en Valle del Sol, “se van introduciendo los ritmos primero, los cantos después, al final se une todo eso en un ensamble grupal para salir a tocar y mostrar lo que hacemos” explica Rodrigo añadiendo un dato muy importante: se puede compartir la experiencia con los chicos, es para todas las edades. 

Luego siguió la parte protocolar, las distinciones a los artistas y demás politiquerías en el salón cultural municipal “Rafael Cacho Seguí”. Según la organización pronto habrá propuestas relacionadas con la fotografía y las artes visuales para continuar con este Museo. 

 Video: Show  de TAMBORES AL SOL