viernes, 10 de junio de 2011

Encuentro con nuestras raíces



Tinku Wasi; Ruka Xawun (el nombre del lugar significa “Casa de encuentro”, primero escrito en lengua Qeshwa, y luego en Mapudungun/Mapuche)

Leticia Cáceres, la dueña del lugar, nos recibe para contarnos a cerca de su actividad en éste “lugar de encuentro”. Cuando llegamos se encontraba tomando clases de telar y tejido, en uno de los talleres que se dictan en Tinku Wasi; ella es artista plástica y varias pinturas que se pueden ver en la casa son de su autoría.

Ella realizó la Tecnicatura en Lenguas y Culturas aborígenes en el Instituto de Culturas Aborígenes (La Rioja 2115 B° Alberdi Córdoba), y junto con otros compañeros se unieron en éste proyecto de crear una “casa de exposición de objetos de arte originario” como lo define Leticia. Son 6 personas que trabajan y dedican su tiempo en recolectar objetos arqueológicos e historias, para luego compartirlas en éste lugar abierto a la comunidad.


“El anciano guía al joven” explicaba cuando veíamos la bandera de la comunidad mapuche, y que ese era uno de los valores que rescata de esas culturas: el respeto a los mayores. Entre varias anécdotas que contaba, resaltó que es difícil integrarse a una comunidad aborigen, ya que a ellos les cuesta confiar por la cantidad de veces que se hicieron pasar por “amigos” y los terminaron perjudicando, además Leticia asegura que para mantener buenas relaciones siempre se le consulta a cada etnia si aprueban mostrar tal o cual cosa, ya que son celosos de su privacidad.

Leticia nos cuenta que desde hace 2 años, todos los 11 de Octubre, ellos organizan el “contrafestejo” del día 12 de Octubre que en nuestro país se recuerda la llegada de Colón y el “cubrimiento de América” (Según María Paulinelli –docente titular de la Cátedra de Movimientos estéticos y contemporáneos de la ECI- ya que considera que los españoles con su genocidio y el ataque a las culturas originarias, cubrieron con su hispanismo lo rico que existía en América.), en esta caminata la gente de Unquillo siempre se fue uniendo solidariamente con ellos, recuerda gustosa Leticia, bajo el objetivo de modificar el nombre de la Avenida “12 de Octubre” por “calle de los Pueblos Originarios”, proyecto que ya fue enviado a la Intendencia con 170 firmas que los amparan.

J.:¿Cómo nació de vos dedicarte a la difusión de la cultura indígena?

L.C.:“De grande tomé conciencia de mi origen. Veía que la cultura de mi familia se estaba perdiendo y yo decidí empezar con esta búsqueda (de la identidad), mi marido me ayudó mucho en llevarme a realizar las investigaciones”

J.:¿Cómo fuiste encontrando datos?¿qué te provocó la duda?

L.C.: “Ver de dónde provenía el apellido de mis abuelos. Resulta que mi bisabuelo era cacique Koya, y me fui enterando que había una historia muy fuerte detrás (…) Antes mi familia no se reconocía (como koya), se los negaba (a los antecesores familiares de orígen indígena)(…) Este descubrimiento cambió toda mi vida (…) se vienen muchas cosas abajo, pero (también) te sentís parte de algo grande”.

“Trato de transmitirle esto (el orgullo de la identidad) a mis hijos (…) ellos me apoyan y me acompañan (por ejemplo) en la celebración de la Madre Tierra, la Pachamama”.

Actualmente los integrantes de Tinku Wasi están proyectando tener personería jurídica. El objetivo que dicen tener es la “difusión de la cultura, la tradición aborigen, las celebraciones, rituales”. Leticia opina que “la zona (Sierras Chicas) ya está habituada, nos dan un lugar (como organización)”.

Si alguien puede colaborar, en la última semana de mayo, Leticia Cáceres viaja a la comunidad Ava Guaraní a llevar donaciones: “quieren cercar un terreno, necesitan alambre (…) (para expandir su) producción de verduras y pollos”, están situados en la zona de las Yungas Jujeñas. Leticia también los ayuda haciendo las averiguaciones sobre los datos de terrenos para que ellos recuperen lo que antes era (o mejor dicho, siempre fue) de ellos.



Esta visita a Tinku Wasi nos deja interrogantes, esperanza, y ganas de ayudar a las comunidades que subsisten a un estado que brilla por su ausencia y que sólo los tienen en cuenta a la hora de las elecciones, grupos que sobreviven a la pobreza, la discriminación y la ignorancia de un pueblo que habla de ellos como algo del pasado, y sin embargo son comunidades con culturas diferentes que forman parte nuestra y nosotros formamos parte de ellos, son nuestras raíces.

Consultas e inscripciones para los talleres que dictan en el centro cultural: 03543486705/15690785 http://www.facebook.com/pueblos.originarios

La problemática de los pueblos originarios

La barbarie de la civilización
Por Luciana Peker / Página 12 - Friday, Apr. 29, 2011 at 3:20 AM

La comunidad qom La Primavera viene denunciando el robo de sus tierras. Sus reclamos nunca fueron escuchados y en la represión a una protesta, el año pasado, murieron dos de sus integrantes. Un grupo de antropólogas registró en video la travesía de la lucha por la tierra, la cultura, la justicia y una verdadera primavera.

Comunidad qom La Primavera from Comunidad QOM La Primavera on Vimeo.

El atardecer es rojo, es fuego, es único. El planeta muestra su mapa y los mapas van haciendo lupa hasta que se llega a ese lugar –Formosa– donde Argentina tiene cifras de mortalidad similares a Cabo Verde, en Africa. Hasta que la ruta llega a la comunidad qom Nabogoh La Primavera. La tierra se hace rancho y el rancho se hace camas que sobrepasan el piso. No para hamacarse, sino para sobrevivirle a la falta de tierra allá donde la tierra parece infinita. Las fotos muestran a las mujeres cargando leña, a las niñas de pelo negro sonriendo porque ellas no son sólo un problema, un déficit, una inequidad técnica: son niñas que ríen.

“En el hospital, en todos lados, no te atienden como tienen que atender si sos aborigen”, dice Paulino, piel morocha, huesos asentados en una desnutrición que no necesita ni lupa y una muerte que se pronosticaba segura. Canal 13 encontró a Paulino y lo mostró. Sin embargo, lo importante no es por qué Canal 13 lo buscó –o al menos es lo menos importante– sino que Paulino, su enfermedad, su desamparo, están a la vista como si nadie lo viera. Aunque ahora se refleja en un video sobre la comunidad qom realizado por la antropóloga Lorena Cardin para que nadie mire para otro lado.

La historia cuenta que en 1932 llegó la misión evangélica Emmanuel a este territorio. La familia Celia ocupó tierras entregadas a los qom en 1940 y en 1951 se creó el Parque Nacional Pilcomayo sobre el territorio de La Primavera. Pisada sobre pisada. La comunidad reclama, desde hace años, sus tierras. Pero como –ahora– queda mal –y es ilegal– echar a los y las originarios/as, se buscó una excusa que siempre queda bien: instalar una universidad. La dicotomía intenta ser la de los orígenes de la argentinidad: civilización o barbarie. Aunque la barbarie llegó con la represión en la que murieron Roberto y Mario López.

“La provincia de Formosa todavía no aplicó la ley 26.160, que ordena no desalojar y relevar los territorios de pueblos originarios”, dicen las letras de moldes.

“La realización es muy sencilla, pero con la firme convicción de que como antropólogas queríamos ser canal de la perspectiva qom. La Justicia recibió los testimonios de las fuerzas de seguridad (policía provincial y gendarmería) pero no la de los qom. Y otro objetivo del video es demostrar que la lucha por la devolución de su territorio no es reciente sino que lleva muchos años (se muestran fotos de un corte de ruta del 2005).

En definitiva, la intención es reflejar quiénes son los qom, cuáles fueron los motivos que llevaron a estos hombres y mujeres a visibilizar su reclamo luego de recorrer diversas oficinas y medios y de no haber recibido respuesta y que han sentido y sienten quienes viven en un estado provincial donde no cuentan con las garantías básicas que sí tienen el resto de los ciudadanos de este país. Tanto es así que en la Argentina del 2010 han sido brutalmente reprimidos por demandar sus derechos”, explica Lorena Cardin.

En marzo, Roberto López contaba –en un registro que quedó en la cámara de Lorena– que estaba contento de poder disfrutar la cosecha de mandioca, pero que después un criollo largó a su ganado para arruinarle todo lo plantado y que se sintió tan impotente cuando vio todo comido por las vacas que quería llorar. Su voz fue traducida de su lengua natal, el qomlactaq, al castellano.

Son otras voces. Verdaderas otras voces. Que siguen, como la comunidad toba, sembrando.

Más información:
http://comunidadlaprimavera.blogspot.com

www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/las12/13-6435-2011-04-08.html
Fuente: (nota reproducida en su totalidad)http://argentina.indymedia.org/